Algunas ideas de John Grierson sobre el documental.
John Grierson |
John Grierson, creador, promotor y productor de la Escuela Documental Inglesa que tuvo su apogeo entre 1930 y 1940 y más tarde, durante la segunda guerra mundial, fundador de la Oficina Nacional de Cine de Canadá, fue además un pensador que sentó las bases del género, muchas de las cuales tienen vigencia en la actualidad. Si bien dirigió una sola película, estuvo detrás de casi todas las producciones documentales inglesas de esos años y de la mayoría de las hechas por la oficina canadiense más conocida como National Film Board, cuyo prestigio internacional en la renovación del documentalismo y del cine de animación, estuvo al tope hasta la década de los noventa, momento en que razones presupuestarias y políticas marcaron su declinación.
De su libro “Grierson o Documentary”, Hemos extraídos algunos pequeños fragmentos que consideramos de gran valor para el documentalismo actual. No significa que los párrafos transcriptos sean los únicos valiosos de esta obra pero sí, los que rescatamos para un primer contacto con este precursor quien fue además quien dio nombre a este género cinematográfico al crear la palabra “documental”.
1.- “Creemos que de la capacidad que el cine posee de mirar el entorno, de observar y seleccionar los acontecimientos de la vida VERDADERA, se puede recabar una nueva y vital forma de arte. Los films producidos en los estudios ignoran por completo las creaciones con las posibilidades del mundo real, tal como es. Sólo fotografían asuntos artificiales en fondos artificiales. El documental, en cambio, puede fotografiar escenas auténticas con temas no menos auténticos.”
Pescadores, el único documental de Grierson |
Es posible que estas palabras puedan parecer anacrónicas teniendo en cuenta que gran parte del cine llamado argumental o ficción trabaja hoy también sobre escenarios reales con temas extraídos de la actualidad. Pero en la época de Grierson, la artificiosidad de las producciones de la industria cinematográfica llevaba a la creación de mundos no creíbles aunque pudieren recibir el favor del público masivo. A partir del neorrealismo italiano de posguerra el cine comercial da un vuelco que incide en todas las cinematografías nacionales del tercer mundo. El cine norteamericano también tiene su oleada realista que trabaja en escenarios naturales lo que lleva a la desaparición de muchos estudios de Hollywood. Pero hoy con la tendencia del uso de los escenarios y escenas hiperrealistas de construcción digital se vuelve a la artificiosidad no sólo en historias fantásticas sino también en películas de acción.
Volvamos a Grierson:
2.- Creemos que las personas reales, así como las escenas sacadas de la vida, son las mejores para una interpretación cabal del mundo moderno porque unas y otras dan al cine un mayor acopio de material y un poder sobre millones de movimientos, y un poder todavía mayor sobre millones de imágenes. Y, por descontado, el de interpretar los mas complejos y sorprendentes sucesos del mundo real que, tal como está formado el criterio del estudio, éste debe inventar.
3.- Creemos que la materia y los temas encontrados en el lugar o tomados así en bruto pueden llegar a ser mas finos, mas bellos (mas reales en un sentido filosófico) que todo aquello que surge de la copia o de la recitación. El gesto espontáneo tiene un valor especial. El documental puede llegar a familiarizarnos con el conocimiento de la verdad, puede lograr una profundización de la realidad y lograr consecuencias que la mecanicidad del set y las exquisitas interpretaciones de los actores o las “vedettes” ni siquiera sueñan.
El estilo de los actores de esa época justifica estas palabras de Grierson. Hoy las diferentes técnicas de interpretación actoral, lo que buscan es precisamente “el gesto espontáneo”, “el conocimiento de la verdad” y “la profundización de la realidad”. Pero indudablemente, Grierson vivía una fuerte tensión con los estudios de producción y debía convencer a los organismos del gobierno británico que financiaban los documentales de la conveniencia y lo económico de hacerlo. Por eso agrega en otra parte de su estudio:
Elegí el documental, en parte por razones personales, en parte por un buen sentido financiero. Una oficina gubernamental no puede, a diferencia de los especuladores privados, exponerse al azar de un fracaso o, cuando menos, su capacidad de resistencia no va mas allá de los fracasos de limitado alcance……. El documental cuesta poco y tiene, desde el punto de la contabilidad pública, un rendimiento seguro. Aunque no tenga éxito en las normales salas de espectáculos, puede siempre ser manipulado y disfrutado de cualquier otro modo. Además, gracias a su bajo costo permite obtener, con una suma limitada, el máximo de los esfuerzos productivos y el máximo de adiestramiento para los futuros directores. Permite por añadidura crear, con el costo que requeriría un solo film normal, un completo organismo de producción y distribución.
Este párrafo tiene una vigencia absoluta e indiscutible. Como dijimos más arriba muchas son las ideas de Grierson que pueden ser útiles para el documentalismo actual, las que iremos desgranando en sucesivas entradas.
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