De interés


PULSANDO LA TECLA CONTROL CON LAS DE + O - PUEDE VARIAR A SU GUSTO EL TAMAÑO DE LA PÁGINA EN SU MONITOR.



jueves, 20 de febrero de 2014

Papeles encontrados en un viejo baúl – 4



Alexander Medvedkin: 294 días sobre ruedas.

Por Jorge Surraco Ba

 
Alexander Medvedkin en 1926





Alexander Medvedkin realizó una de las experiencias cinematográficas dentro del género documental que aún hoy, época de facilidades tecnológicas, de portabilidad de los equipos y de facilidad en el transporte, causa asombro porque sería bastante complejo de realizar ahora y mucho más, en las condiciones de ochenta y dos años atrás.




Símbolo del Cinetren
             
 En 1932, por orden del Comisionado de Transporte del Pueblo de la entonces Unión Soviética, Medvedkin instala el primer cinetren de la historia que no es más que un estudio cinematográfico sobre ruedas completamente equipado para producir films para movilizar a las masas trabajadoras en torno a las tareas de construcción socialista…”[1]
           Fue”la última gran experiencia del cine soviético revolucionario, antes que la estética del realismo socialista se impusiera en 1934.”
“¿Qué era el cinetren? Físicamente tres vagones: el primero incluía habitación y comedor para un equipo de treinta y dos personas; el segundo, una sala de proyección, un depósito de materiales y una instalación completa para producir films de animación; el tercero, un laboratorio equipado para revelar y copiar.”[2] A esto hay que agregar que en el tercer vagón se había dispuesto un pequeño garaje para alojar una camioneta sin la cual no hubieran podido moverse porque en las zonas rurales que visitaban no había transporte automotor local.
 
El tercer vagón del Cinetren con indicación de sus partes
Se debe tener en cuenta además que la televisión ni el video o cualquier otro tipo de registro magnético de imágenes no existía en ese momento y que la técnica era fotoquímica, donde la película fotosensible que se retiraba de la cámara era sometida a un proceso de baños químicos para obtener en primer lugar una imagen negativa que a su vez debía ser copiada sobre otra película que también debía ser procesada químicamente para obtener las imágenes positivas aptas para ser proyectadas. Demás está decir que las películas, mojadas por los baños químicos, debían ser secadas antes de su manipulación. Este proceso se concretaba sobre dos mil metros de película de 35 mm por día. (Pedimos disculpas por esta explicación elemental pero es posible que esta nota sea leída por jóvenes cuya experiencia con las imágenes no haya pasado por la tecnología descripta).
Primera dotación del Cinetren listos para salir en su primer viaje. Medvedkin, el primero de la izquierda
             “Entre el 25 de enero de 1932 y el 15 de enero de 1933 transcurrieron los 294 días sobre ruedas a que se refiere el título de las memorias de Medvedkin”.[3] Y también subtitula el presente artículo de este blog.


            En la edición en castellano de esas memorias se antepuso el título “EL CINE COMO PROPAGANDA POLÍTICA”, que puede inducir a error por la significación que tienen los términos propaganda y política. La labor del cinetren no se ocupaba de difundir los actos de gobierno ni las directivas del partido comunista, sino que filmaba en los lugares de trabajo, especialmente ferroviarios y mineros, los problemas emergentes de las mismas condiciones de trabajo, las deficiencias de la maquinaria utilizada, la desidia y los vicios de los obreros y en gran medida, la corrupción de los burócratas locales.
            Por eso la necesidad del tren equipado de la manera que lo estaba, porque filmaban y proyectaban en el lugar de los hechos para que los problemas que las películas mostraban fueran discutidos, analizados y solucionados en el mismo lugar y lo más rápido posible. El lema del Cinetren era: “HOY FILMAMOS, MAÑANA EXHIBIMOS. Principio que debía cumplirse inexorablemente para alcanzar la efectividad buscada. Esto llevaba a que las 32 personas del equipo fueran hábiles en el desempeño de cualquiera de las tareas necesarias y en horarios que a veces los llevaba a permanecer sin dormir varios días.

Medvedkin trabajando en el Cinetren
            

 Claro que esta tarea generaba multitud de conflictos en varios frentes: a) con las personas o grupos o fábricas que aparecían en las películas como parte o causantes de los problemas provocados a la producción final; b) con los integrantes del propio equipo que no podían seguir el ritmo exigido y fuera de un núcleo duro, debían ser exonerados y reemplazados; c) con los burócratas locales y centrales que veían a la tarea del Cinetren como una amenaza a los puestos políticos que habían alcanzado; d) con el Noticiero Soyuzkino de quien dependía la experiencia, cuyos directivos consideraban que se les escapaba de las manos. 
              A veces podían continuar gracias a que algunos dirigentes honestos de compañías estatales regionales, valorando el trabajo del Cinetren, financiaban, si bien no era necesario porque el presupuesto era del noticiero central, la tarea hecha en su distrito comprando las películas que se referían a ellos, con el convencimiento que de esa manera daban cierta autonomía a la experiencia. Al respecto Medvedkin en sus memorias comenta: “Resultó muy oportuno, porque las autoridades cinematográficas no aprobaban nuestro experimento, nos obstaculizaban cuanto podían y no habrían perdido la oportunidad de cerrarnos el paso por causa de baja rentabilidad.”[4]

Los camarógrafos del Cinetren en 1932
         En una próxima entrada veremos algunos ejemplos del trabajo realizado por el Cinetren.
CONTINUARÁ



[1] Alexander Medvedkin, 294 días sobre ruedas; Editorial siglo XXI, Bs As, 1973, pag 26.
[1] Decreto del Comisariato del Transporte citado por Edgardo Cozarinsky en el prólogo de la edición en castellano del libro de Medvedkin, tomado de un estudio de Jan Leyda.
[2] Edgardo Cozarinsky idem anterior.
[3] Edgardo Cozarinsky idem anterior.
[4] Alexander Medvedkin, 294 días sobre ruedas; Editorial siglo XXI, Bs As, 1973, pag 26.


No hay comentarios:

Publicar un comentario