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martes, 16 de septiembre de 2014

Papeles encontrados en un viejo baúl – 5



Paul Rotha: “Los problemas y las realidades del presente”

            Los fragmentos que vamos a reproducir y comentar, corresponden al libro Documentary Film, publicado en Londres en 1936 y cuyo autor es Paul Rotha. Trataremos que lo transcripto sea la esencia del pensamiento de este realizador, historiador y teórico del documental. Fue miembro por corto tiempo de la EMBFU (Unidad Fílmica de la Oficina Comercial del Imperio), donde se produjeron las primeras películas que fueron la base del Movimiento Documental Inglés conducido por John Grierson. Al disolverse la EMBFU en 1933, se creará la GPOFU (Unidad fílmica de la Oficina General de Correos), donde se hará gran parte de la producción de dicho movimiento. Todo el equipo de Grierson pasará en pleno a esta nueva productora.
"Astillero", primera película dirigida por Paul Rotha

             Rotha nació en Londres en 1907. Estudió en la Escuela de Bellas Artes, formándose como pintor, diseñador y crítico de arte. En 1928 abandona la pintura por el cine, entrando en una productora de películas, puesto que debe dejar al poco tiempo por haber escrito un artículo sobre la mala calidad de la escenografía de las películas inglesas. Es el momento que se vincula con el documental uniéndose a la organización que dirigía Grierson, debutando en la realización en 1933. Al poco tiempo pasa a trabajar para distintos patrocinadores y entre 1936 y 1938, se desempeña como director de producción de la Strand Film Company. En 1941 funda Paul Rotha Productions que realiza películas de encargo para el Ministerio de Información. A partir de 1950 trabaja para la UNESCO, la BBC, Holanda y Alemania. En 1957 se lo nombra miembro de la Academia Británica del Cine. Es también muy importante su tarea como teórico e historiador del cine, que se refleja en numerosas publicaciones. Nos hemos detenido en esta síntesis de su biografía cinematográfica para demostrar que sus reflexiones sobre el documental están asentadas en una sólida experiencia en la realización y producción. Veamos los textos seleccionados.

            Creo que es evidente que con el film documental de tesis desembocamos en un campo de percepción más amplio que el del film descriptivo…
(Alude aquí a una controversia en el enfoque del documental, planteada en los años de escritura del texto y que creemos que sigue vigente en la actualidad entre los que ven al documental con una finalidad solamente estética y expresiva, frente los que lo consideran una herramienta de transformación social. Sigue más adelante)
          …El  inmenso campo de los medios de argumentación aportados por la técnica del film convierte al documental en un instrumento admirable para clarificar y coordinar todos los aspectos del pensamiento moderno… (He aquí la idea de Paul Rotha sobre el cine documental de tesis).

Otra imagen de "Astillero" de Paul Rotha
          …En el corazón del mundo moderno, es dudoso que estemos fundamentalmente interesados por las relaciones primitivas del hombre con la naturaleza. Ni que decir tiene que el hecho de rechazar el mar para levantar un dique o construir una presa sobre un río para captar su energía supone un gran dominio científico y mecánico. (El párrafo referencia un predominio en el cine documental de esa época de los viajes a regiones exóticas y de las sinfonías en imágenes sobre las grandes obras de la ingeniería. A esta tendencia no escapaba Robert Flaherty en casi todas sus películas, ni Joris Ivens en sus comienzos con los documentales sobre la construcción de los diques para los pólderes en Holanda. Para Paul Rotha no bastaba con mostrar, sino que pretendía ir mucho más allá. Por eso escribe:)  Pero, desde un punto de vista social, su importancia no reside tanto en la proeza en sí como en sus efectos sobre la configuración del paisaje y, en último término, en el mejoramiento de las condiciones económicas de vida de las poblaciones afectadas. Es cierto que el documentalista idílico se interesa sobre todo en la conquista de los elementos de la naturaleza que realiza el hombre para someterlos a sus fines. Es indudable que el mar constituyó un obstáculo para las comunicaciones hasta que el hombre construyó unas embarcaciones para atravesarlo. El aire carecía de utilidad para la vida económica, salvo bajo el aspecto de la energía producida por el viento, hasta que el hombre aprendió a volar. Los minerales del suelo estaban desprovistos de valor hasta que el hombre descubrió la manera de extraerlos. Y, de ese modo, en la actualidad la producción aparece como más que suficiente para satisfacer las necesidades de la sociedad. Pero el éxito de la ciencia y de la industria mecanizada han culminado, obedeciendo a los efectos del sistema económico actual, en una distribución desigual de los placeres de la existencia. Junto a la riqueza y el confort existen también la  desocupación, la pobreza y la inmensa inquietud social. El problema esencial del momento consiste en equilibrar las necesidades del individuo y la producción, estudiar las posibilidades de un sistema económico satisfactorio y fijar las relaciones sociales de la humanidad en una ordenación más lógica y más moderna… (Su posición es claramente política). 
"Mundo de Abundancia" - 1943 dirigida por Paul Rotha
           …Incluso en el caso de admitir que no podremos conseguir que el realizador sentimental aborde los problemas materialistas de nuestro tiempo, podemos confiar en que reconocerá su existencia. Tenemos todo el derecho a pensar que el método del documental… no debiera desconocer las cuestiones sociales más vitales del tiempo que vivimos, no debiera pasar en silencio los factores económicos que rigen el sistema actual de producción y, por consiguiente, condiciona las actitudes estéticas, culturales y sociales de la sociedad… (Para Rotha, el documental, como cualquier otra manifestación artística y la sociedad toda, agregamos, va a estar siempre condicionado por el sistema económico dentro del cual se produce y vive. Lo que plantea es que el documentalista no debe hacerse el distraído frente a estas cuestiones y debe ponerlas en la superficie, como sigue diciendo).
          …Creo que la tarea primordial del documentalista consiste en encontrar los medios que le permitan aprovechar el dominio que posee de su arte de persuasión de la multitud para enfrentar al hombre con sus propios problemas, trabajos y condiciones.  La tarea de presentar media humanidad a la otra; de realizar un método de análisis social más inteligente y más profundo para ofrecer una representación total de la sociedad moderna; examinar sus puntos débiles, referir sus acontecimientos, mostrar el aspecto dramático de su experiencia y suscitar una comprensión más amplia… (De  alguna manera propone un cine confrontativo, esclarecedor, dialéctico, aunque esta palabra no se use tanto como antes)…Considero que no debe proponerse sacar conclusiones, sino más bien enunciar el problema… (En esta última frase se contradice en parte con lo anterior, dado que el documental que el propone no puede quedarse sólo en la enunciación aunque tampoco debería sacar conclusiones. Para llegar a los objetivos que el mismo plantea, el documental debe superar la mera enunciación cuidando de no transformarse en un panfleto o discurso partidista). Su universo son las calles, los hogares, las fábricas y los talleres del pueblo…
          …Por encima de todo, el documental debe reflejar los problemas y las realidades del presente…
          En las dos últimas frases ubica al documental en las dimensiones de espacio y tiempo que él considera, debe transcurrir la realización de documentales.
 
"Chicos de la ciudad" - 1944. Dirigida por Budge Cooper y producida por Paul Rotha
          Creemos que tales planteos siguen vigentes, sin desconocer por ello la libertad y el derecho que cada creador tiene de ubicar su obra en el plano que considere más apropiado de acuerdo a sus convicciones o posiciones estéticas. Pero para aquellos que ven al documental como una apropiada herramienta de transformación social, las reflexiones de Paul Rotha deberían ser consideradas, estudiadas y superadas.
Jorge Surraco Ba


Bibliografía
Medrano, Adela: Un modelo de Información Cinematográfica: El documental Inglés; A.T.E., Barcelona, España, 1982.
Thevenet, A.: Fuentes y documentos del cine,
Grierson, John: Documentario e Realtá, Bianco e Nero-Editore, Roma, s/f.
AAVV: Historia Universal del CINE, Editorial Planeta, S.A., Madrid, 1982.

jueves, 20 de febrero de 2014

Papeles encontrados en un viejo baúl – 4



Alexander Medvedkin: 294 días sobre ruedas.

Por Jorge Surraco Ba

 
Alexander Medvedkin en 1926





Alexander Medvedkin realizó una de las experiencias cinematográficas dentro del género documental que aún hoy, época de facilidades tecnológicas, de portabilidad de los equipos y de facilidad en el transporte, causa asombro porque sería bastante complejo de realizar ahora y mucho más, en las condiciones de ochenta y dos años atrás.




Símbolo del Cinetren
             
 En 1932, por orden del Comisionado de Transporte del Pueblo de la entonces Unión Soviética, Medvedkin instala el primer cinetren de la historia que no es más que un estudio cinematográfico sobre ruedas completamente equipado para producir films para movilizar a las masas trabajadoras en torno a las tareas de construcción socialista…”[1]
           Fue”la última gran experiencia del cine soviético revolucionario, antes que la estética del realismo socialista se impusiera en 1934.”
“¿Qué era el cinetren? Físicamente tres vagones: el primero incluía habitación y comedor para un equipo de treinta y dos personas; el segundo, una sala de proyección, un depósito de materiales y una instalación completa para producir films de animación; el tercero, un laboratorio equipado para revelar y copiar.”[2] A esto hay que agregar que en el tercer vagón se había dispuesto un pequeño garaje para alojar una camioneta sin la cual no hubieran podido moverse porque en las zonas rurales que visitaban no había transporte automotor local.
 
El tercer vagón del Cinetren con indicación de sus partes
Se debe tener en cuenta además que la televisión ni el video o cualquier otro tipo de registro magnético de imágenes no existía en ese momento y que la técnica era fotoquímica, donde la película fotosensible que se retiraba de la cámara era sometida a un proceso de baños químicos para obtener en primer lugar una imagen negativa que a su vez debía ser copiada sobre otra película que también debía ser procesada químicamente para obtener las imágenes positivas aptas para ser proyectadas. Demás está decir que las películas, mojadas por los baños químicos, debían ser secadas antes de su manipulación. Este proceso se concretaba sobre dos mil metros de película de 35 mm por día. (Pedimos disculpas por esta explicación elemental pero es posible que esta nota sea leída por jóvenes cuya experiencia con las imágenes no haya pasado por la tecnología descripta).
Primera dotación del Cinetren listos para salir en su primer viaje. Medvedkin, el primero de la izquierda
             “Entre el 25 de enero de 1932 y el 15 de enero de 1933 transcurrieron los 294 días sobre ruedas a que se refiere el título de las memorias de Medvedkin”.[3] Y también subtitula el presente artículo de este blog.


            En la edición en castellano de esas memorias se antepuso el título “EL CINE COMO PROPAGANDA POLÍTICA”, que puede inducir a error por la significación que tienen los términos propaganda y política. La labor del cinetren no se ocupaba de difundir los actos de gobierno ni las directivas del partido comunista, sino que filmaba en los lugares de trabajo, especialmente ferroviarios y mineros, los problemas emergentes de las mismas condiciones de trabajo, las deficiencias de la maquinaria utilizada, la desidia y los vicios de los obreros y en gran medida, la corrupción de los burócratas locales.
            Por eso la necesidad del tren equipado de la manera que lo estaba, porque filmaban y proyectaban en el lugar de los hechos para que los problemas que las películas mostraban fueran discutidos, analizados y solucionados en el mismo lugar y lo más rápido posible. El lema del Cinetren era: “HOY FILMAMOS, MAÑANA EXHIBIMOS. Principio que debía cumplirse inexorablemente para alcanzar la efectividad buscada. Esto llevaba a que las 32 personas del equipo fueran hábiles en el desempeño de cualquiera de las tareas necesarias y en horarios que a veces los llevaba a permanecer sin dormir varios días.

Medvedkin trabajando en el Cinetren
            

 Claro que esta tarea generaba multitud de conflictos en varios frentes: a) con las personas o grupos o fábricas que aparecían en las películas como parte o causantes de los problemas provocados a la producción final; b) con los integrantes del propio equipo que no podían seguir el ritmo exigido y fuera de un núcleo duro, debían ser exonerados y reemplazados; c) con los burócratas locales y centrales que veían a la tarea del Cinetren como una amenaza a los puestos políticos que habían alcanzado; d) con el Noticiero Soyuzkino de quien dependía la experiencia, cuyos directivos consideraban que se les escapaba de las manos. 
              A veces podían continuar gracias a que algunos dirigentes honestos de compañías estatales regionales, valorando el trabajo del Cinetren, financiaban, si bien no era necesario porque el presupuesto era del noticiero central, la tarea hecha en su distrito comprando las películas que se referían a ellos, con el convencimiento que de esa manera daban cierta autonomía a la experiencia. Al respecto Medvedkin en sus memorias comenta: “Resultó muy oportuno, porque las autoridades cinematográficas no aprobaban nuestro experimento, nos obstaculizaban cuanto podían y no habrían perdido la oportunidad de cerrarnos el paso por causa de baja rentabilidad.”[4]

Los camarógrafos del Cinetren en 1932
         En una próxima entrada veremos algunos ejemplos del trabajo realizado por el Cinetren.
CONTINUARÁ



[1] Alexander Medvedkin, 294 días sobre ruedas; Editorial siglo XXI, Bs As, 1973, pag 26.
[1] Decreto del Comisariato del Transporte citado por Edgardo Cozarinsky en el prólogo de la edición en castellano del libro de Medvedkin, tomado de un estudio de Jan Leyda.
[2] Edgardo Cozarinsky idem anterior.
[3] Edgardo Cozarinsky idem anterior.
[4] Alexander Medvedkin, 294 días sobre ruedas; Editorial siglo XXI, Bs As, 1973, pag 26.